lunes, 3 de enero de 2011

NIRVANA

   
Las hojas caían sobre la escalera,
extrañamente eran hojas de árboles.

Los árboles transplantados habían crecido,
la hierba y las flores también crecieron,
una savia nueva impulsó raíces profundas.

En la escalera también había hojas de papel,
era la música, la plástica y la gráfica,
el arte de crear con borrones y letras,
el arte de componer nuevas canciones.

Tú te habías marchado con el otoño,
como tantas hojas del tiempo,
como tantos calendarios y relojes,
quiero decir, como algo ya desprendido.
¿Cómo puedes retener el tiempo?
¿Cómo puedes retener un calendario viejo?
¿Cómo puedes detener un reloj
a la hora de las cinco?
Sin embargo, y esto es lo importante,
sobre la escalera estabas tú y tus huellas,
pesadas y dulces melodías sobre el piano,
las pinturas yaciendo olvidadas, 
las poesías rebeladas contra toda métrica,
las balas del suicida en mi mente,
tus preguntas acerca del tiempo y el espacio,
tu andar y tu venir retenidos en mi retina.

El sol disipará la niebla, la muerte lúgubre, 
la brisa transplantará las hojas secas,
mi calendario eliminará algunos meses, 
será tan sencillo como eso:
como detener todos los relojes del tiempo...

NO SOY POETA DE SERVILLETAS

No soy poeta de servilletas de papel,                  
no soy poeta de vigilias inicuas,
no soy poeta de cabellos largos
ni de miradas perdidas en el espacio.

No soy poeta de estereotipos
no me doblego ante la métrica.
Mi verso brota libre y cuando quiere,
mi verso no es banal ni amargo,
mi verso no surge entre licor y humo.

No preciso un lenguaje extraño, 
basta que tu me puedas entender,
basta que tu captes mis mensajes
te adentres en mi poesía suave.

Mi verso no es afectivo ni falso,
mi verso no necesita diccionarios 
no obtiene premios de revistas.
Mi verso para mi , eres tú
porque eres la plena sencillez del alma...

TAL VEZ ME HUBIERA GUSTADO CONSTRUIR

Tal vez mi hubiera gustado construir
la eternidad en estos minutos junto a tí.
Era una idea original y espléndida.
Algo así como retener en una cinta de video
tus murmullos, tus suspiros, tus ideas.
¿Cómo lograr retener el tiempo inexorable?
Yo pensé en algo relativamente fácil:
¿Por qué no ocultar todos los relojes del mundo?
 No hay duda: son los relojes quienes transportan el tiempo.
Me percaté que xisten relojes con alarma,
estos provocarían un gran ruido al mediodía
y es algo obvio, serían ubicados fácilmente.

Vino entonces a mi, una idea mejor que la anterior:
¿Por qué mo intentar robar los calendarios?
Eso es simple pues poeseen todas la eras y todos los milenios.
Sin embargo, me pareció que esto tiene que ver con los astros
el incontrolable universo y sus órbitas azules.
Hay los calendarios solares, hay los calendarios de piedra
que ocultaría monolíticamente allá en la lejanía.
¿Dónde obtendrías una grúa tan poderosa y tan inmensa
que pudiera transplantar como pensó el sabio,el universo?
Es poco probable el éxito de esta idea siniestra
de prentender robar los calendarios

Me propuse en forma mágica, congelar todos los paisajes,
eso es simple, bastaría con detener las brisas,
paralizar las nubes y obstruir el vuelo de las aves,
basta con evitar que se marchiten las aralias,
que se deshojen los árboles amarillos y que el otoño no se vaya.
El problema mío, es haber escuchado el noticiero esta mañana,
el pronóstico del tiempo según dictan los expertos, nunca falla
¿ Quién cuestiona un meteorólogo explicando algo del tiempo
y nos informa seriamente si es invierno o es verano?
La televisión ha dicho: es otoño, tenemos quince grados.
¿Cómo puedo entonces pretender eternizar estos momentos,
si ya es el mediodía , es lunes veinticuatro y el tiempo está nublado?

Me recordé querido niño,
que eres tú el dueño del tiempo y del espacio,
sabes calcular el tiempo exacto, no precisas calendarios
pues te bastan navidades y cumpleaños,
no requieres estaciones definidas por los meses y los años,
tú ya sabes que un volantín se eleva con la suave brisa
cuando se han disispado todas las escarchas...
Sabes aún cuando nadie te ha enseñado, que existe
un palacio enorme repleto de cuentos y juguetes,
que el recreo se inicia en todas partes después de la campana
y que no son perdurables ninguna de tus lágrimas.

Eres el amo de todas las eras, de todos los milenios
y por eso, sobre tí reposa la eternidad del alma.
La eternidad amado niño, es sin duda la frescura,
la inocencia de tu infancia.

CUANDO TU DORMIDA CIGARRA...

Cuando tu dormida cigarra, viva la plenitud del tiempo
y logre en un segundo desarrollar la eternidad.

Cuando mis mariposas viajeras detengan su vuelo,
y encuentren y liben nuevamente el néctar de la vida,
cuando podamos construir una historia nueva,
tú y yo, una creación de ternura y suavidad,
cuando por fin obtengas  la respuesta
y puedas encontrarte confiada y libremente en mis ojos.
Cuando para tí, por fin recobre la vida su hermosura
y vibren con pasión todas tus venas, 
y te embiagues junto a mi de noche y de esperanza.
Cuando puedas mirarme libremente
cuando pueda acariciarte libremente:

Entonces, tú y yo, reconstruirermos algunos poemas,
marcaré tu número más íntimo y descorreré sin prisas
el velo que cubre toda tu existencia.
Tú mano y mi mano se estrecharán nuevamente,
y comprenderás que tu diseño y mi diseño
es compartir en el silencio un largo beso.
Entonces, por fin , vida mía, podré entender
porque detenías tus pasos cuando intentabas caminar,
porque sonreías cuando tu quisieras llorar,
porque te mantenías en silencio, cuando querías hablar,
porque te dejabas mirar en el crepúsculo
cuando deseabas compartir conmigo tu mirada.

Cuando yo reconcilie la fantasía de mi juventud
y pueda compartira libremente con la tuya
cuando pueda hacer contigo una cita en el eje del planeta,
cuando pueda amarte una noche de invierno
entre árboles antiguos y cientos de pájaros nocturnos,
cuando para tí y para mi haya un nido
donde depositar todos los momentos, todos los recuerdos:

Entonces volveré a tí y penetraré tus pensamientos,
viajaré por tu pequeña vida, sin fronteras
hablaré de tus poemas y recitaré tus versos,
cantaré tus canciones y me internaré en tus conceptos.
completarás la historia que no concluíste
cuando en la pequeña colina, a la vista del cielo,
interrumpí con una risa leve tus secretos, y tú,
ensimismada en recuerdos sólo dijiste hasta siempre.

Cuando me revele la noche tu secreto deseo
le diré adiós al orgullo, romperé tus esquemas
y si tu lo quisieras , seguiré en tus senderos...