El último golpe que me diste
tenía que ver con una mañana gris.
Tú sabes que mis días suelen ser así:
días de enorme fulgor y éxito.
días compungidos sin horizontes.
El último golpe que me diste,
tuvo mucho que ver con mis días grises,
tal vez fue la secuencia del clima,
sin duda no es reversible ningún momento,
hay momentos que mueren,
hay días que son poco perdurables,
hay palabras que nunca son eficaces,
al menos para decirlas de nuevo.
El último golpe que me diste,
era predecible, tal vez inocente no esperarlo,
estaba ya anunciado, al menos tu lo sabías,
para tí y para mi era urgente
que se hiciera esto patente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario